De los Siete Pecados Capitales ๐Ÿ‘‰ La Envidia!โ€ฆ ๐Ÿ™๐Ÿ’ž๐Ÿ™๐ŸŒผ๐ŸŒŸ๐Ÿ’ซ๐Ÿ‘‡

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“La Envidia es el rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo desordenado de poseerla. Es uno de los siete pecados capitales. Se opone al dรฉcimo mandamiento”. (CIC 2539)

Santo Tomรกs de Aquino sobre este #SextoPecadoCapital seรฑala que: “Damasceno, considera la envidia como una especie de tristeza, afirmando que la envidia es tristeza del bien ajeno.

El objeto de la tristeza es el mal personal. Pero sucede que el bien ajeno se considera como mal propio, y en este sentido puede haber tristeza del bien ajeno. El bien de otro se considera como mal personal porque aminora la propia gloria o excelencia. De esta manera siente la envidia tristeza del bien ajeno, y por eso principalmente envidian los hombres aquellos bienes que reportan gloria y con los que los hombres desean ser honrados y tener fama, como enseรฑa el Filรณsofo en II Rhet.

El recuerdo de los bienes pasados, en cuanto fueron poseรญdos, causan alegrรญa; pero en cuanto se han perdido, tristeza; envidia en cuanto los tienen otros, porque eso parece que cercena la propia gloria. Asรญ, dice el Filรณsofo en II Rhet. que los viejos envidian a los jรณvenes, y los que perdieron mucho por conseguir algo, a los que lo consiguieron con pocos gastos, pues se duelen de la pรฉrdida de sus bienes y de que otros los hayan conseguido.

Estรก el testimonio del Apรณstol en (Gรกl5, 26): “No os hagรกis codiciosos de vanagloria, provocรกndoos y envidiรกndoos unos a otros”.

๐Ÿ‘‰ Puede darse tristeza del bien ajeno cuando el prรณjimo tiene mรกs bienes que nosotros. Esta es propiamente la envidia, y รฉsta es siempre mala, como afirma el Filรณsofo en II Rhet., porque se duele de lo que deberรญa alegrarse, es decir, del bien del prรณjimo.
๐Ÿ‘‰ La envidia difiere del celo. Por eso puede haber un celo bueno; la envidia, en cambio, siempre es mala.

Estรก tambiรฉn el testimonio de Jb (5, 2): La envidia mata al insensato. Ahora bien, nada sino el pecado mortal mata espiritualmente. Luego la envidia es pecado mortal.

๐Ÿ‘‰ La envidia, por su gรฉnero propio, es pecado mortal, ya que el gรฉnero del pecado se valora por su objeto. Ahora bien, la envidia, por razรณn de su objeto, es contraria a la caridad, que da la vida espiritual del alma, segรบn leemos en 1Jn 3, 14: Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. La caridad, en efecto, como la envidia, tiene por objeto el bien del prรณjimo, pero se mueve en sentido contrario, ya que la caridad goza con el bien del prรณjimo; la envidia, empero, se entristece, como ya hemos comentado.
๐Ÿ‘‰ La envidia, segรบn el Filรณsofo en II Rbet. I se opone tanto a la nรฉmesis como a la misericordia, aunque de manera distinta. En efecto, a la misericordia se opone de manera directa, por contrariar al objeto principal, ya que el envidioso se entristece en realidad del bien del prรณjimo; el misericordioso, en cambio, de su mal. Por eso no son misericordiosos los envidiosos, segรบn el mismo Filรณsofo , ni a la inversa. Por parte de aquel de cuyo bien siente tristeza el envidioso, la envidia se opone a la nรฉmesis. El nemesรฉtico, en efecto, se entristece de quienes obran indignamente, a tenor de estas palabras del Sal (73, 3): Mirรฉ con envidia a los impรญos viendo la prosperidad de los malvados; el envidioso, en cambio, se entristece del bien de quienes son dignos de รฉl. Resulta, pues, evidente que la contrariedad primera es mรกs directa que la segunda. Ahora bien, la misericordia es cierta virtud y el efecto propio de la caridad. Luego la envidia se opone a la misericordia y a la caridad.

Estรก por otra parte, el peso de la autoridad de San Gregorio en XXXI Moral., que considera a la envidia como pecado capital asignรกndole las hijas indicadas.

๐Ÿ‘‰ La envidia es tristeza del bien del prรณjimo, como la acidia lo es del bien espiritual divino. La acidia es pecado capital, porque impulsa al hombre a obrar para huir de la tristeza o para satisfacerla. Luego por la misma razรณn es pecado capital la envidia.
๐Ÿ‘‰ En expresiรณn de San Gregorio en XXXI Moral. : Los pecados capitales estรกn unidos con tan estrecho parentesco, que uno procede de otro. El linaje principal de la soberbia es la vanagloria, que, al corromper el alma oprimida, al momento engendra la envidia, ya que, deseando el poderรญo de su vano nombre, se acobarda porque otro lo puede alcanzar. Como se ve, no es contrario al concepto de pecado capital que uno nazca de otro, sino el hecho de no tener algรบn motivo principal para producir muchas clases de pecados.
๐Ÿ‘‰ No se deduce que sea la envidia el mayor de los pecados, sino que, cuando el diablo susurra la envidia, excita al hombre en lo que guarda principalmente en su corazรณn, ya que, como allรญ mismo se aรฑade, por envidia del diablo entrรณ la muerte en el mundo.

Hay, sin embargo, un tipo de envidia considerado entre los pecados gravรญsimos, y es la envidia de la gracia del hermano, en el sentido de que alguno se duele incluso del aumento de la gracia de Dios, y no sรณlo del bien del prรณjimo. Por eso se considera como pecado contra el Espรญritu Santo, ya que con ese tipo de envidia el hombre tiene de algรบn modo envidia al Espรญritu Santo, que es glorificado en sus obras!…
๐Ÿ‘‰ El nรบmero de las hijas de la envidia pueden enumerarse de la manera siguiente: en el proceso de la envidia hay un principio, un medio y un fin. Al principio, en efecto, hay un esfuerzo por disminuir la gloria ajena, bien sea ocultamente, y esto da lugar a la murmuraciรณn, bien sea a las claras, y esto produce la difamaciรณn. Luego quien tiene el proyecto de disminuir la gloria ajena, o puede lograrlo, y entonces se da la alegrรญa en la adversidad, o no puede, y en ese caso se produce la aflicciรณn en la prosperidad. El final se remata con el odio, pues asรญ como el bien deleitable causa el amor, la tristeza causa el odio, segรบn hemos demostrado. Ahora bien, la aflicciรณn en la prosperidad del prรณjimo, en cierto modo, se identifica con la envidia, como es el caso de que la prosperidad que da lugar a la tristeza, constituye precisamente la gloria que tiene el prรณjimo. Pero en otro sentido es hija de la envidia, y es el caso de que esa prosperidad la tiene el prรณjimo a despecho de los esfuerzos del envidioso para impedirlo. Mas la satisfacciรณn de ver al prรณjimo en dificultad no se identifica directamente con la envidia, sino que se sigue de ella, ya que de la tristeza provocada por el bien del prรณjimo, es decir, la envidia, se sigue la satisfacciรณn de ver el mal que le ha ocurrido.

La Virtud para vencer la envidia es: La Caridad!…

La caridad es la tercera y principal de las Virtudes Teologales. La caridad es el amor de Dios habitando en nuestro corazรณn!…”. (Fuente: #CatholicNet) #ElPecado #PecadoMortal #PecadoVenial #Imperfecciones #LosSietePecadosCapitales #LaEnvidia #TiempoDeReflexiรณnYCorrecciรณn #BienComรบn #Crecimiento #Superaciรณn #Trascendencia #Evoluciรณn #Evangelizaciรณn2.0 #ResponsabilidadSocial #VienenMejoresTiempos #NuevosTerrenos #LaVirgencitaYDiosUnoYTrinoSonBuenos ๐Ÿ‘๐Ÿ’ž๐Ÿ™โ›ช๐Ÿšฅ๐Ÿ“ƒ๐Ÿ“„๐Ÿšฅ๐Ÿ˜š๐Ÿ‘ผ๐Ÿ˜š๐Ÿ‘ผ๐Ÿ˜š๐Ÿ‘ผ๐Ÿ˜š๐Ÿ˜‡๐Ÿ‘‰๐Ÿ‘ชโœŒ๐Ÿ’“๐Ÿ˜Š๐ŸŒผ

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