De los Siete Pecados Capitales ๐Ÿ‘‰ La Gula!โ€ฆ ๐Ÿ™๐Ÿ’ž๐Ÿ™๐ŸŒผ๐ŸŒŸ๐Ÿ’ซ๐Ÿ‘‡

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La Gula es el deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la bebida. Este deseo puede ser pecaminoso de varias formas:

๐Ÿ‘‰ Comer o beber muy en exceso de lo que el cuerpo necesita.
๐Ÿ‘‰ Cortejar el gusto por cierta clase de comida a sabiendas que va en detrimento de la salud.
๐Ÿ‘‰ Comer o beber vorazmente dรกndole mas atenciรณn a la comida que a los que nos acompaรฑan.
๐Ÿ‘‰ Consumir bebidas alcohรณlicas hasta el punto de perder control total de la razรณn. La intoxicaciรณn injustificada que termina en una completa pรฉrdida de la razรณn es un pecado mortal.

Santo Tomรกs de Aquino, sobre este #TercerPecadoCapital nos refiere lo siguiente: “No es gula toda apetencia de comer o beber, sino sรณlo la desordenada. Y llamamos apetencia desordenada a la que se aparta del orden de la razรณn, en el cual consiste el bien de la virtud moral. Por eso llamamos pecado a lo que se opone a la virtud!…

Como dijimos arriba (In corp.), el vicio de la gula no consiste en la sustancia del alimento, sino en deseo del mismo no regulado por la razรณn. Por ello, si alguno se excede en la cantidad de alimento, no por deseo del mismo, sino por creer que es necesario, no podemos decir que esto sea gula, sino falta de cรกlculo. Y sรณlo comete pecado de gula quien se excede en la cantidad de comida conscientemente, llevado por el placer producido por los alimentos.

Hay dos clases de apetito. Uno es el natural, propio de las potencias del alma vegetativa, en las cuales no cabe el vicio, puesto que no pueden someterse a la razรณn. Y a dicha potencia vegetativa pertenecen el hambre y la sed. Existe tambiรฉn otro apetito, el llamado sensitivo, y la gula consiste en el deseo desordenado del mismo. Por eso el primer movimiento de gula lleva consigo un desorden en el apetito sensitivo, en el cual se da pecado!…

El que comete pecado de gula no pretende hacer daรฑo a su cuerpo, sino deleitarse en la comida, y es accidental, y no afecta directamente a la gravedad de la gula el que se siga algรบn daรฑo para el cuerpo. Ahora bien: la culpa se agrava en caso de que, por tomar alimentos sin moderaciรณn, se siga algรบn daรฑo para el cuerpo.

Como ya dijimos, la gula lleva consigo una tendencia desordenada a tomar comida. Ahora bien: en el acto de comer se distinguen dos partes: el alimento que se toma y el acto de tomarlo. Por ello, puede haber desorden en el deseo bajo un doble aspecto. En primer lugar, respecto del alimento que se toma. En cuanto a la clase o sustancia del alimento, lo deseamos bueno, estimable; en cuanto a su calidad, exigimos una preparaciรณn demasiado esmerada; en cuanto a la cantidad, nos excedemos comiendo demasiado. En segundo lugar, podemos considerar el desorden del deseo en el mismo acto de tomar el alimento; haciรฉndolo de prisa, es decir, adelantando la hora de tomarlo, o con voracidad, es decir, no observando la debida moderaciรณn en el comer.

San Isidoro reduce a una las primeras especies, diciendo que el tragรณn se excede en la sustancia, en la cantidad, en el modo y en el tiempo de comer.

San Gregorio, en XXX Moral., incluye a la gula entre los vicios capitales.

Como ya dijimos antes, se llama vicio capital a un vicio que da lugar a otros vicios como causa final de los mismos, es decir, en cuanto que tiene un fin tan deseable que, llevados por el deseo del mismo, los hombres se sienten atraรญdos a pecar de diversos modos. Ahora bien: un fin se hace muy apetecible cuando posee alguna de las condiciones de la felicidad, la cual es apetecible por naturaleza. Y uno de los elementos esenciales a la felicidad es el deleite, como queda demostrado en I Ethic. y X. Por eso es correcto incluir entre los vicios capitales a la gula, que se ocupa de los deleites del tacto, que son muy importantes entre los deleites.

San Gregorio, en XXXI Moral., seรฑala que existen hijas de la gula: Como ya dijimos la gula se ocupa del deleite inmoderado en la comida y la bebida. Por tanto, han de considerarse hijas de ella los vicios que son fruto de ese deleite inmoderado. Estos pueden considerarse por parte del alma y del cuerpo. Por parte del alma podemos verlas bajo un doble aspecto. En primer lugar, por orden a la razรณn, cuya agudeza se embota por la falta de moderaciรณn en la comida y la bebida. Aquรญ queda incluida la ceguera mental, fruto de la fumosidad de los alimentos, que llegan a perturbar a la inteligencia, mientras que, en el extremo opuesto, la abstinencia favorece la agudeza de percepciรณn, segรบn se dice en (Qo 2, 3): pensรฉ en liberar mi carne del poder del vino para elevar mi alma hasta la sabidurรญa. En segundo lugar, por orden al apetito, que sufre mรบltiples desarreglos a causa de la falta de moderaciรณn en la comida y la bebida una vez adormecida la razรณn, que es la que dirige!…

La virtud para vencer este pecado capital es la Templanza!…

La templanza estรก relacionada con la sobriedad o moderaciรณn de carรกcter. Una persona con templanza reacciona de manera equilibrada ya que goza de un considerable control sobre sus emociones y es capaz de dominar sus impulsos. En este caso implica moderaciรณn en el comer y en el beber”. (Fuente: #CatholicNet) #ElPecado #PecadoMortal #PecadoVenial #Imperfecciones #LosSietePecadosCapitales #LaGula #TiempoDeReflexiรณnYCorrecciรณn #BienComรบn #Crecimiento #Superaciรณn #Trascendencia #Evoluciรณn #Evangelizaciรณn2.0 #ResponsabilidadSocial #VienenMejoresTiempos #NuevosTerrenos #LaVirgencitaYDiosUnoYTrinoSonBuenos ๐Ÿ‘๐Ÿ’ž๐Ÿ™โ›ช๐Ÿšฅ๐Ÿ“ƒ๐Ÿ“„๐Ÿšฅ๐Ÿ˜š๐Ÿ‘ผ๐Ÿ˜š๐Ÿ‘ผ๐Ÿ˜š๐Ÿ‘ผ๐Ÿ˜š๐Ÿ˜‡๐Ÿ‘‰๐Ÿ‘ชโœŒ๐Ÿ’“๐Ÿ˜Š๐ŸŒผ

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