El tema de hoy ๐Ÿ‘‰ El Pecado!… ๐Ÿ™๐Ÿ’ž๐Ÿ™๐ŸŒผ๐ŸŒŸ๐Ÿ’ซ

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El presbรญtero Jorge Loring seรฑala en su libro: “Para Salvarte” que: “El pecado es toda acciรณn u omisiรณn voluntaria contra la ley de Dios, que consiste en decir, hacer, pensar o desear algo contra los mandamientos de la Ley de Dios o de la Iglesia, o faltar al cumplimiento del propio deber y a las obligaciones particulares!…

En sus juicios acerca de valores morales, el hombre no puede proceder segรบn su personal arbitrio. En lo mรกs profundo de su conciencia descubre el hombre la existencia de una ley que รฉl no se dicta a sรญ mismo, pero a la cual debe obedecer… Tiene una ley escrita por Dios en su corazรณn, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual serรก juzgado personalmente.

El pecado es un misterio, y tiene un sentido profundamente religioso. Para conocerlo necesitamos la luz de la revelaciรณn cristiana. (…) El pecado escapa a la razรณn. Ni la antropologรญa, ni la historia, ni la psicologรญa, ni la รฉtica, ni las ciencias sociales pueden penetrar su profundidad. Algunos dicen que Dios no es afectado por el pecado. Efectivamente, no afecta a la naturaleza divina, que es inmutable; pero sรญ afecta al ยซCorazรณn del Padreยป que se ve rechazado por el hijo a quien ร‰l tanto ama.

Si el pecado no ofendiera a Dios serรญa porque Dios no nos quiere. Si Dios nos ama, es lรณgico que le ยซduelaยป mi falta de amor. Lo mismo que le agradarรญa mi amor, le desagrada mi desprecio: hablo de un modo antropolรณgico.

Pero es necesario hacerlo asรญ, para entendernos. Si Dios se quedara insensible ante mi amor o mi desprecio, serรญa seรฑal de que no me ama, que le soy indiferente!…

No es que el hombre haga daรฑo a Dios. Pero a Dios le ยซdueleยป mi falta de amor.

La inmutabilidad de Dios no significa indiferencia. La inmutabilidad se refiere a la esfera ontolรณgica, pero no a la afectiva. Dios no es un peรฑasco: es un corazรณn. El Dios del Evangelio es Padre. La Filosofรญa no puede cambiar la Revelaciรณn.

Es un misterio cรณmo el pecado del hombre puede afectar a Dios. Pero el hecho de que el pecado afecta a Dios es un dato bรญblico!…

La Biblia expresa la ofensa a Dios del pecado con la imagen del adulterio.

El pecado es ante todo ofensa a Dios.
El pecado ofende a Dios por lo que supone de rebeliรณn!…

David, arrepentido de su pecado, exclamaba: ยซContra Ti pequรฉ, Seรฑorยป.

El pecado es un no deliberado dado al amor redentor de Cristo, y esta negativa lastima a Cristo!…

Hay hechos que tienen un significado importante.
Por eso Pรญo XI se negรณ a pagar al Estado Italiano una lira al aรฑo de contribuciรณn, pues eso suponรญa que el Estado Vaticano no era independiente.

La Iglesia ha condenado la opiniรณn de quienes sostenรญan que puede darse un pecado puramente filosรณfico, que serรญa una falta contra la recta razรณn sin ser ofensa de Dios.

La Iglesia ha condenado la idea de que pueda existir un pecado meramente racional o filosรณfico, que no mereciera castigo de Dios.

El pecado estรก en la no aceptaciรณn de la voluntad de Dios, mรกs que en la transgresiรณn material de la ley.

Por eso, puede haber pecado sin transgresiรณn material de la ley si existe el NO a Dios en la intenciรณn; mientras que puede haber transgresiรณn de la ley sin pecado, si no se ha dado el NO a Dios voluntariamente.

El pecado no es algo que nos cae inesperadamente, como un rayo en medio del campo. El pecado se va fraguando, poco a poco, dentro de nosotros mismos.

Las repetidas infidelidades a Dios, los apegos desordenados consentidos, el irresponsable descuido de las cautelas, van preparando la caรญda.

La moral no consiste en el cumplimiento mecรกnico de una serie de preceptos, sino en nuestra respuesta cordial a la llamada de Dios que se traduce en una actitud fundamental en el servicio de Dios.

La opciรณn fundamental es la orientaciรณn permanente de la voluntad hacia un fin.

Esta actitud debe explicitarse en el fiel cumplimiento de los preceptos, no de modo rutinario, sino vivificado por el dinamismo que el Espรญritu imprime en nuestros corazones.

La opciรณn fundamental no consiste en liberarse del cumplimiento de determinadas normas o preceptos, sino muy al contrario, en hacer una llamada a la interiorizaciรณn y profundizaciรณn de la vida de cada cristiano.

La opciรณn fundamental por Dios consiste en colocar a Dios en el centro de la vida.

Concebirle como el Valor Supremo hacia el cual se orientan todas las tendencias, y en funciรณn del cual se jerarquizan las mรบltiples elecciones de cada dรญa.

La opciรณn fundamental es una decisiรณn libre, que brota del nรบcleo central de la persona, una elecciรณn plena a favor o en contra de Dios, que condiciona los actos subsiguientes, y es de tal densidad que abarca la totalidad de la persona, dando sentido y orientaciรณn a su vida entera.

Es claro que las actitudes determinan nuestro comportamiento moral de forma positiva o negativa.

Las actitudes son predisposiciones estables o formas habituales de pensar, sentir y actuar en consonancia con nuestros valores. Son, por tanto, consecuencia de nuestras convicciones o creencias mรกs firmes y razonadas de que algo ยซvaleยป y da sentido y contenido a nuestra vida. Constituyen el sistema fundamental por el que orientamos y definimos nuestras relaciones y conductas con el medio en que vivimos.

Evidentemente que en el hombre tienen mรกs valor las actitudes que los actos. Hay actos que expresan mรกs bien la periferia del ser y no el ser mismo del hombre.

Los actos verdaderamente valiosos son los que proceden de actitudes conscientemente arraigadas.

Se ve claramente que, aunque la actitud sea lo que define autรฉnticamente al ser moral del hombre, los actos tienen tambiรฉn su importancia, porque, repetidos, conscientes y libres van camino de convertirse en actitud!…

Incluso podemos decir que hay actos de tal trascendencia que, si se realizan responsablemente y sin atenuantes posibles, son el exponente de una actitud interna.

Asรญ mismo la opciรณn fundamental puede ser radicalmente modificada por actos particulares!…

No es sincera una opciรณn fundamental por Dios, si despuรฉs esto no se confirma con actos concretos. Los actos son la manifestaciรณn de nuestra opciรณn.

Si la opciรณn fundamental no va acompaรฑada de actos singulares buenos, se ha de concluir que la tal opciรณn se reduce a buenas intenciones.

Es en las acciones particulares donde la opciรณn fundamental de servir a Dios se puede vivir de verdad. (…) La ruptura de la opciรณn fundamental no es sรณlo por apostasรญa!…

Lo que sรญ parece cierto es que la actitud no cambia en un momento.

Los cambios vitales en el hombre son algo paulatino.
El pecado mortal que separa al hombre definitivamente de Dios es la consecuencia final de una temporada de laxitud moral.

Por eso decimos que el pecado venial dispone para el mortal.

Algunos opinan que al final de la vida, Dios darรก a todos la oportunidad de pedir perdรณn de sus pecados; pero esta posibilidad de la opciรณn final no tiene ningรบn fundamento en la Biblia. Por eso es rechazada por teรณlogos de categorรญa internacional como Ratzinger, Rahner, Pozo, Alfaro, Ruiz de la Peรฑa, etc.

Hay, ademรกs otros pecados llamados pecados de omisiรณn: ยซlos pecados cometidos por los que no hicieron ningรบn mal…, mรกs que el mal de no atreverse a hacer el bien, que estaba a su alcance!…

Jesucristo condena al infierno a los que dejaron de hacer el bien: ยซLo que con รฉstos no hicisteisยป. A veces hay obligaciรณn de hacer el bien, y el no hacerlo es pecado de omisiรณn.

El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los mรกs graves errores de nuestra รฉpoca!…

Hoy es muy usual en algunos ambientes hablar de pecado social.

Pero el pecado, en sentido verdadero y propio, es siempre un acto de la persona.

Una sociedad no es de suyo sujeto de actos morales.

Lo cierto es que el pecado de cada uno repercute en cierta manera en los demรกs.

Pero en el fondo de toda situaciรณn de pecado hallamos siempre personas pecadoras.

Las estructuras de pecado se deben a los pecados de los hombres.

Todo pecado es un ultraje a Dios. (…) En un sentido propio y verdadero tan sรณlo son pecado los actos que de forma consciente y voluntaria van contra la ley de Dios. (…) Por eso, precisamente, el hombre es la รบnica creatura que puede ser pecadora entre los seres que componen la creaciรณn visible.

Aunque es cierto que pecados personales generalizados crean un ambiente de pecado, no se puede diluir la responsabilidad personal en culpabilidades colectivas anรณnimas.

Hay que sentirse responsables de nuestros pecados que deterioran el ambiente. Hausherr, Profesor del Instituto Oriental de Roma, publicรณ un libro titulado Le Penthos en el que habla del influjo de algunos pecados en el medio ambiente espiritual del Cuerpo Mรญstico de Cristo!…”. (Fuente: #CatholicNet) #ElPecado #TiempoDeReflexiรณnYCorrecciรณn #BienComรบn #Crecimiento #Superaciรณn #Trascendencia #Evoluciรณn #Evangelizaciรณn2.0 #ResponsabilidadSocial #VienenMejoresTiempos #NuevosTerrenos #LaVirgencitaYDiosUnoYTrinoSonBuenos ๐Ÿ‘๐Ÿ’ž๐Ÿ™โ›ช๐Ÿšฅ๐Ÿ“ƒ๐Ÿ“„๐Ÿšฅ๐Ÿ˜š๐Ÿ‘ผ๐Ÿ˜š๐Ÿ‘ผ๐Ÿ˜š๐Ÿ‘ผ๐Ÿ˜š๐Ÿ˜‡๐Ÿ‘‰๐Ÿ‘ชโœŒ๐Ÿ’“๐Ÿ˜Š๐ŸŒผ

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