…dicen que María es madre de Dios?

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La Virgen María es la Madre de Dios?…

“Queridos hijos, mi tía evangélica suele decir que es imposible que una mujer mortal pueda ser Madre de Dios inmortal. Pero la verdad es que ninguna cosa es imposible para Dios (Lc 1, 37). La deducción lógica usada en contra de la Maternidad Divina es que Cristo ha existido antes que María. Tenemos que afirmar que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre, y como verdadero hombre, debía tomar su condición humana de María, por las venas de Jesús pasó la sangre de María, tomó su condición humana de su Madre.

María, que es verdadera Madre de Jesús, es verdadera Madre de Dios, porque Cristo, nuestro Redentor, es al mismo tiempo Verdadero Dios y Verdadero Hombre.

Este es el misterio principal y central de la vida de Santa María, del cual derivan y se fundamentan todos sus privilegios y todas sus perfecciones.

Al decir que María es Madre de Dios se afirman dos verdades:

la) María es verdadera Madre;

2a) María es verdadera Madre de Dios.

María es verdadera madre:

Decir que María es verdadera Madre, significa que Ella contribuyó a la formación de la naturaleza humana de Cristo, del mismo modo que todas las madres contribuyen a la formación del fruto de sus entrañas. María es verdadera Madre porque Jesús es verdadero Hombre.

La Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Verbo, se encarnó recibiendo de las purísimas entrañas de María, lo mismo que reciben los hijos de sus madres: “Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, formado de mujer y sometido a la Ley” (Gál. 4,4).

Jesús, en cuanto hombre, toma su cuerpo de María Santísima en el tiempo.

María es verdadera madre de Dios:

Decir que María es verdadera Madre de Dios significa que Ella concibió y dio a luz a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Verbo, aunque no en cuanto a la naturaleza divina, sino en cuanto a la naturaleza humana que había asumido.

“María sabe que el que lleva por nombre Jesús ha sido llamado por el ángel Hijo del Altísimo (cfr. Lc. 1,32). María sabe que lo ha concebido y dado a luz sin conocer varón, por obra del Espíritu Santo, con el poder del Altísimo, que ha extendido su sombra sobre Ella (cfr. Lc. 1,35). María sabe que el Hijo dado a luz virginalmente, es precisamente aquel “Santo”, el `Hijo de Dios”, del que le ha hablado al Angel” Juan Pablo II, Enc. Redemptoris Mater n. 17).

San Cirilo de Alejandría, expositor principal del Concilio de Efeso escribió: “Me extraña en gran manera que haya alguien que tenga duda alguna de si la Santísima Virgen ha de ser llamada Madre de Dios. En efecto, si nuestro Señor Jesucristo es Dios, ¿por qué razón la Santísima Virgen, que lo dio a luz, no ha de ser llamada Madre de Dios? Esta es la fe que nos trasmitieron los discípulos del Señor. Así nos lo han enseñado también los Santos Padres” (Carta 1,2730).

Asimismo, en las Sagradas Escrituras, aunque la expresión Madre de Dios no aparece, como tal, sí muestra sus equivalentes: Madre de Cristo, Madre de Jesús, Madre del Señor. (cfr. Mt. 1,18; Jn. 19,25; Lc. 1,43; etc.). A continuación, algunos de estos pasajes:

a) En el Antiguo Testamento:

En el Antiguo Testamento aparece María como la mujer que será la Madre del Redentor, el Mesías prometido, en dos textos principalmente:

lo) Cuando Dios habla en el paraíso a la serpiente tentadora: Gén. 3,15, texto que se conoce con el nombre de protoevangelio: “Establezco enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia, El te aplastará la cabeza, y tú le acecharás su calcañar“;

2o) Cuando Dios recuerda la promesa del Redentor en Is. 7,14: “El Señor mismo os dará por eso la señal: He aquí que una virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y será llamado Emmanuel“.

b) En el Nuevo Testamento:

En el Nuevo Testamento aparece María como la mujer que concibe, da a luz y es Madre de Jesús.

Llegada “la plenitud de los tiempos” (Gál. 4,4) tiene lugar el cumplimiento de las profecías y se afirma su verdadera y propia maternidad:

Mt 1, 23: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: “Dios con nosotros.
Mt 2, 11: Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

Lc. 1,31 ss: “He aquí que concebirás en tu seno y parirás un hijo, a quien darás por nombre Jesús“.

Lc. 1,35: “… El ángel le respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios“.

Lc. 1, 41-43: 41Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; 42y exclamando con gran voz, dijo: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; 43y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?

Lc. 2, 6-7: 6Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, 7y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.

Jn 2, 12: Después bajó a Cafarnaún con su madre
Jn 19, 25-26: 25Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. 26Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.”
Hch 1, 14: Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.

Rom. 1, 3: acerca de su Hijo, nacido del linaje de David según la carne.

Rom. 9,5: “Cristo, que es Dios, procede según la carne…”, etc.

Gál. 4,4: «… Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley“.

De los textos de las Sagradas Escrituras se desprende claramente que si uno y el mismo es el que fue engendrado por el Padre desde toda la eternidad y, en el tiempo, fue engendrado por la Virgen Madre, resulta que si ése es el Verbo de Dios, María es la Madre de Dios.

Lo que pertenece a Jesús, o se afirma de Él, pertenece a la Persona misma del Verbo, Hijo de Dios, o debe ser afirmado de Ella; así lo hace el Nuevo Testamento, por ejemplo: Jn. 1.14; Mt. 1,22 ss; Rom. 1,3; 9,5.., Gál. 4,4 ss”. #ParaReflexionar #ConociendoLaFeCatólica #MaríaEsMadreDiosYMadreNuestra #AMaríaLaVeneramos #SoloADiosAlabamos #DiosEsAmor #ParaCompartir #GodIsGood (Fuente: La Biblia, Juan Gustavo Ruiz Ruiz del Portal Católico: Encuentra.com y extracto del libro: “Mi tía evangélica” del Pbro. Edwing Ernesto Jiménez V.) :)

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