Era una mujer menuda y de pequeña estatura física, pero de incomparable tamaño espiritual.
La Madre Teresa, tenía una extraordinaria fortaleza y supo demostrar con su amor por los más pobres, que la santidad no es un camino imposible!…
Nació en Skopje en 1910, por entonces parte del imperio Otomano. Encontró su vocación de servir a los pobres a una edad muy temprana. Con 18 perteneció a las hermanas de Loretto hasta que recibió lo que ella definió “la llamada dentro de la llamada”. En 1946, sintió la llamada de Jesús, para que abandonara la congregación de Loretto y empezara una nueva vida entre los pobres en Calcuta.
La Madre Teresa, fue en contracorriente de la mayoría de las comunidades religiosas de la época, fue a buscar a los más necesitados a sus propias casas, fue en busca de las almas olvidadas a los suburbios. Hizo lo que Jesús le pedía. La llevó a los lugares más oscuros para Él habitar en ellos.
Su amor, no se limitaba sólo a los pobres, sino que lo extendía a todo aquel que se cruzaba en su vida. Veía a las personas con su infinita dignidad humana, sin importar su condición física o social. Salía con el rosario en la mano para servir al Señor en los más pobres. Sentía un gran amor y devoción a la Virgen María. En una de sus frases memorables decía: “A María, nuestra madre, le demostraremos nuestro amor, trabajando por su hijo Jesús, con Él y para Él. Ante la gran cantidad de problemas que enfrentaba con frecuencia y en medio de un acelerado ritmo de vida, creó una manera de invocar la intercesión de la Virgen María, a la que llamó “Novena de Emergencia”. Utilizaba esta oración constantemente para a pedir por la curación de un niño enfermo o para solicitar la ayuda celestial cuando las provisiones se acababan, etc.
Su incansable trabajo la hizo merecedora del premio Nobel de la Paz en 1979. Uno de los muchos reconocimientos que se le otorgaron. Sin embargo, en 2016, recibió el que busco toda su vida: Ser Santa.
San Juan Pablo II, su gran amigo, la beatificó el 19 de octubre de 2003 y fue canonizada el 4 de septiembre de 2016 por el Papa Francisco!… 👍🏻💓🙏🏻🙂📿🙌🏻💫